Hablando del prójimo
No mal hablar de nadie… Esta es una orden apostólica, por lo tanto importante y vinculante para todos los cristianos de todas las edades, en todos los países y a lo largo de todos los tiempos. La Escritura no admite excepciones
No mal hablar de nadie… Esta es una orden apostólica, por lo tanto importante y vinculante para todos los cristianos de todas las edades, en todos los países y a lo largo de todos los tiempos. La Escritura no admite excepciones
¿Amas a Dios con todo el corazón? El hombre tiene diferentes maneras de dar respuesta a la pregunta ¿amas a Jehová tu Dios con todo el corazón?. Unas personas responderán en función de sus emociones (ej.: ¡Oh, mi amor por Dios es grande !) y quizás otros lo harán sin haber entendido el carácter y la envergadura de la pregunta en cuestión (ej.: ¡Oh, yo amo a mi Dios porque él me da todo lo que yo le pida!). Sin embargo, aquí como en cualquier otra pregunta que nos hagamos, lo que importa es esto: ¿Qué es lo que dice la Escritura al respecto de esa pregunta?
Pero no hacer lo malo, es sólo una cara de la moneda; de hecho, también sabemos que el verdadero creyente, no sólo deja de hacer lo que a Dios le ofende, sino que al mismo tiempo se dedica a hacer lo que a Dios le agrada.
Si nos referimos a la capacidad que tiene el hombre para pensar, para razonar y para amar como facultades, así también nos debemos referir de la consciencia. La consciencia, en pocas palabras, es una capacidad o facultad dada por Dios al hombre. ¿La pregunta es, ¿para qué?
Hermanos, ¿qué quiere decir Dios es mi fortaleza? La palabra en el Original Hebreo es חָסָה (trasliterada es Chacah) que transmite la idea de alguien que «busca un refugio» o que «huye buscando protección».
Nuestras promesas, por necesaria consecuencia de nuestra humanidad caída, siempre estarán condicionadas, sujetas a la imprevisión e inclinadas al incumplimiento. Ya que no trascendemos el tiempo, estamos limitados…
En el siglo XVII el Pacto de Familia de Benjamin Keach se leía al principio de cada Cena del Señor en el Tabernáculo Metropolitano. Este es uno de los pactos bautistas de membresía reformada más antiguos .