Miembros de la familia de Dios
Antes éramos extraños, ahora somos «de la casa», antes éramos extranjeros y sin privilegio alguno en el reino de los Cielos, ahora somos «coherederos de todas las riquezas celestiales en Cristo».
Antes éramos extraños, ahora somos «de la casa», antes éramos extranjeros y sin privilegio alguno en el reino de los Cielos, ahora somos «coherederos de todas las riquezas celestiales en Cristo».